pero renuncio.
Renuncio a ti y a todo lo que conlleva,
renuncio a nosotros, incluso,
pero jamás a mí.
La toalla ha caído,
pero esta vez he ganado la batalla.
El sol ha salido, y tus nubes llenas de tormenta por fin se han ido.
Renuncio a esa parte de mí que se ha ido contigo,
pero jamás al bienestar que me provoca estar conmigo.
Renuncio, y ahora ya sé,
que siempre fui más valiente que cobarde, amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario